El presente año 2014, marca en toda la extensión de la palabra, un hito en el reencuentro de amigos, que tiempo atrás, -en algunos casos-, mucho tiempo atrás, tuvimos la maravillosa fortuna de vivir en un pueblo que, como Macondo de Gabriel García Márquez, nos dio la oportunidad de soñar. Algunos, oriundos de esas tierras bajas al norte del estado de Chiapas, otros, avecinados por obra y gracias del destino, pero al final, tan salteños unos y otros, como el que más.
Salto de agua, es el PUEBLO.
El río Tulijá, es la MAGIA.
El reencuentro, amén de haber dado ya frutos en reuniones de amigos, ha sido además, motivo de largas conversaciones por el ‘chat’, acortándose de tal modo las distancias. Pero sobre todo ha dado lugar a compartir recuerdos, añoranzas y melancolías.
Algunos relatos, han surgido ya de estas nostalgias. Viejas fotografías han sido rescatadas del olvido y compartidas de manera virtual. Y las nuevas fotografías que se van compartiendo, nos han permitido, en esta lejanía, visitar de nuevo calles, casas, paseos y volver a saborear las comidas del pueblo.
En este reencuentro se asumen posturas de alianza y entre estas, la más sensible, la más querida, la más vulnerable: EL RESCATE DEL RÍO TULIJÁ.
Con tristeza nos hemos enterado de condiciones poco saludables de nuestro río.
Con tristeza nos hemos visto envueltos en la desesperanza, sin embargo, en este curso, como el caudal del mismo Tulijá, las ideas surgen, se destapan, se desparraman, se aglutinan.
Propuestas que van y vienen. Ansiedades y alegrías dando paso a la mesura y sobe todo, a la toma concreta de decisiones
Esta página es el resultado de ellas. Hay una asociación de amigos, un grupo detrás de ella, una idea concreta y promisoria de que al final de esta odisea, podamos devolver al río Tulijá, su salud y su belleza.